-Que cómo amo tanto, sencillo; pongo en una balanza todas las cosas buenas y las malas.
E interrumpiéndome dijo:¿ Que haces cuando pesa más lo malo? Porque a mi eso me angustia...
Déjame terminar, pongo en una balanza las cosas buenas y las malas y si pesa más el lado malo hago trampas, porque no voy a dejar nunca de perseguir mis sueños.Y con esa mentira de que tu no amas no te engañas ni a ti mismo, reconócelo.. no sigas creando una falsedad mayor, las personas no somos de piedra.
Piensa en lo que realmente quieres y lucha por ello, porque realmente vale la pena cumplir tus sueños y no tener que lamentarte después por haber tenido miedo y es que es así el que no arriesga nunca puede ganar ...¿Acaso lo has intentado?¿Qué quieres ser.. una persona mas ,frustrada por no conseguir sus sueños, convertirte en uno más en nuestra sociedad ? Solo aquellos que persiguen sus sueños llegan hacer grandes cosas.Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo ni siquiera yo.Si tienes un sueño sal y persiguelo.¿Sabes? las personas que no son capaces de hacer algo te dirán que tu tampoco puedes...
+Pero entiéndeme..mis sueños son imposibles..(Y cerrando los ojos intentó callar a su corazón)
No lo pude evitar... dos lagrimas resbalaron por mis mejillas al ver a ese gran hombre tan triste y entonces negué:
-No lo creo,la Real Academia define la palabra imposible como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser, o suceder. Y define improbable como algo inverosímil, que no se funda en una razón prudente. Puestos a escoger, a mi me gusta más la improbabilidad, que la imposibilidad. Como a todo el mundo, supongo. La improbabilidad duele menos, y deja un resquicio a la esperanza, a la épica. Que David ganara a Goliat era improbable, pero sucedió. Un afroamericano habitando la Casa Blanca era improbable, pero sucedió. Que los Barón Rojo volvieran a tocar juntos era improbable, pero también sucedió. Nadal desbancando del número uno a Federer.Una periodista convertida en princesa. El 12-1 contra Malta. El amor, las relaciones, los sentimientos, no se fundan en una razón prudente. Por eso no me gusta hablar de amores imposibles, sino de amores improbables. Porque lo improbable es, por definición, probable. Lo que es casi seguro que no pase, es que puede pasar. Y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo. Y librarse del miedo es como quitarse la ropa delante de alguien. A veces cuesta, pero cuando empiezas lo único que tienes que hacer es seguir, sin dudar. Y de repente te das cuenta de que el miedo ya no te pertenece, ha desaparecido. Como esa ropa que un día dejas de usar.
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